Breaking News

EXPERIENCIA A MARDIN TURQUÍA

Aqui va la experiencia de un grupo malagueño en Mardin. ¿Y tu cuando vas a vivir la experiencia?

 

Lucas Alcántara
10255846_10202765420116760_5522545384083029271_oLo que aún conservo de mi viaje a Mardin es la inesperada sorpresa de sumergirme en una  cultura tan rica y vasta como la nuestra. Un lapsus en el espacio y en el tiempo que mantiene sus  propias leyes, costumbres y realidades en paralelo a la masividad de la cultura global, las influencias de los EEUU y en cierto sentido Europa. El paisaje endémico, los rostros, la  amabilidad de los autóctonos hacen que los prejuicios y las falsas expectativas se diluyan entre  los cantos profundos y pacificadores del imam. Este rumor, este eco programado para repetirse en las cordilleras circundantes y expandirse en el horizonte mesopotámico que, inabarcable con  la mirada, quedará profundamente ligado a la memoria de una de las mejores experiencias de mi vida. El compromiso de la asociación “Her Yerde Sanat Derneği” (Art Anywhere) es completo. Estupendas personas dispuestas a hacer el mejor trabajo para que, cada día, todos los  integrantes del proyecto empiecen la jornada con el mejor de los ánimos y dispuestos entregarse  en los diferentes compromisos del proyecto. Tuvimos y tenemos una pequeña familia en Mardin y ahora, gracias a esta experiencia, en innumerables países del mundo.

 
Elena Ramírez Galán
“Nunca un viaje ni ninguna otra experiencia ha podido cambiar tanto mi manera de pensar y de  ver las cosas como las veo ahora. El intercambio que duró desde el día 1 hasta el 20 de  Septiembre de este año ha dejado en el sureste de Turquía un gran pedazo de mi, allí he  conocido a gente increíble de muchísimos países, con algunas de ellas he tenido la suerte de  poder conocerlos mejor y sin duda, sin ellos no habría sido tan fantástico ese mes tan lejos de casa. Llegué totalmente sola, apenas conocía a los chicos españoles con los que iba y mucho  menos a ningún otro del proyecto. Me acuerdo que, si no fue el primer día fue uno de los  primeros, hicimos un juego en el 10689696_767500443288322_3233582144952150765_n (1)que había que escribir nuestros miedos y expectativas del proyecto, mi mayor miedo era sentirme sola, marginada… pero sólo hizo falta dos días para  sentirme allí una más. Todos me acogieron muy rápido y a todo el mundo, allí daba igual tu  religión, tu país, tu color de piel, tus diferencias… allí fui otra Elena. Y de ello me di cuenta cuando la última semana me vi vestida con aquellos pantalones largos de “hippie”, una camiseta totalmente diferente y un pañuelo para taparme los hombros, ¡y todo ello a 30 grados! Me miré en el espejo y no me reconocí, me di cuenta que no le estaba dando importancia a la ropa, ni a las cosas superficiales como ir maquillada o no, y la verdad que me sentí mucho más libre y  cómoda. Evidentemente no todo fue de color rosa, la comida era buena, pero a la segunda semana después de comer todos los días lo mismo esa idea se iba alejando, a ello habría que añadirle que estar un mes entero enferma por el cambio de clima, comida, agua… tampoco fue una buena experiencia que animasen a repetirlo, ¡incluso perdí 6 kg!, el hecho de que no hubiesen bares ni ningún tipo de entretenimiento por las noches para ir a tomar algo o quedarnos más tiempo con los compañeros no fue del todo bueno… Pero todo ello se minimiza con tooodo lo demás, verdaderamente me llevo muchísimas cosas buenas y recuerdos que espero no se me  olviden nunca. ¿El mejor momento? Podría decirte unos cuantos pero si algo me llevo de allí es  la sonrisa y el encanto de todos esos niños del campo de refugiados, el momento de salir de la furgoneta vestida de colorines y sin saber que me iba a esperar y ver a todos esos niños abalanzarse sobre mí, cogerme las manos, darme besos y darme todo ese enorme cariño sin conocerme fue bestial, me considero muy afortunada de haber podido contribuir en la medida de lo posible a sacarles una sonrisa, a hacerles juegos, a distraerlos de esa realidad que sin culpa alguna les ha tocado vivir… Ellos han sido mi experiencia, han sido mi cambio y aún cuando los recuerdo me sacan una sonrisa, a pesar de que estén a tanta distancia… Otros momentos que me alegra recordar es el estar todos en la terraza, como una gran familia, unos tocaban la guitarra, otros cantaban, otros estiraban…, o el momento de desayunar y ver que día a día iba desayunando menos gente o esos helados tan baratos y buenísimos que comía unas 4 veces al  día. En fin, solo quiero agradecer a todo el programa de Asociación Juvenil de Málaga por darme esta
oportunidad increíble y espero volver a repetir el año que viene, a mis compañeros españoles con los que he compartido muchísimos momentos, y a mi equipo italiano y polaco que sin duda  han sido de los mejores en Turquía”

Juan Manuel Gallardo
10481870_752179871521660_6742651138323724103_n“ Nunca olvidaré la primera impresión que tuve de Mardin, ya desde el avión era  sorprendente cómo a medida que nos acercabamos el paisaje se teñía de un color ocrecon apenas restos de vegetación. Lo que más llamó mi atención fueron los pequeños poblados que aparecían tras sobrepasar un barranco. Permanecían casi mimetizados con el entorno debido al polvo y a la tierra que arrastra el viento entre las montañas. Desde ese instante el desierto se hizo evidente y sabía que habíamos llegado.
Cuando bajamos del avión estábamos confusos, aquel lugar no parecía lo que habíamos visto en fotos. Nos recogieron en un minibus tras salir del aeropuerto y nos trasladaron junto a otros voluntarios de Europa hacia una montaña a varios kilómetros. Tras dar unas cuantas curvas comenzamos a ver el espectacular casco histórico de la ciudad que se encuentra edificado desde la cima hasta los pies de una montaña. Nuestras expresiones coincidieron en aquel momento, tras día y noche viajando stábamos reconociendo por fin nuestro destino. Además de nuestro proyecto Erasmus más la organización estaba llevando a cabo un festival de circo social que se elebra cada año, de modo que tuvimos la suerte de conocer a más gente de otros rincones del mundo. Unas cincuenta personas aproximadamente o casi todos convivimos como una gran familia, no creo haber percibido ningún problema de convivencia. Compartimos muchas experiencias además de conocimientos, colaboramos en los espectáculos del circo social, a veces documentando con fotos y otras veces filmando. Sin duda de lo más gratificante desde mi punto de vista fue colaborar un día con los espectáculos en un campo de refugiados para Sirios e Irakies. Fue impresionante el cariño que recibimos por parte de montones de niños.”

 

 Juanma Rivero10575335_740769399329374_5315745044269054554_o
«Mardin es un lugar mágico para viajar, un lugar lleno de luz y encanto con gente alegre y muy hospitalaria, en definitiva una ciudad fantástica en la que se puede contemplar la belleza de su minarete hasta las impresionantes vistas de las planicies sirias, en nuestra estancia allí realizando el proyecto, nada menos que 22 días, hemos conocido a personas extraordinarias procedentes de muchos lugares y culturas distintas, hemos aprendido sobre muchas cosas y cada uno ha aportado su grano de arena dentro de lo posible.Nunca olvidaremos esta experiencia. La verdad es que pocas son las cosas negativas que podemos recordar de este proyecto, lo cierto es que ha sido una experiencia única e inolvidable y sobretodo bastante enriquecedora.»

 

COMPARTIR

Deja una respuesta