EXPERIENCIA DE UN VOLUNTARIO EN BULGARIA!

Como todo buen voluntario, decidí este viaje en bastante poco tiempo, y cuando menos me lo esperaba estaba en Bulgaria. Al principio comencé el viaje totalmente solo, y porque no decir que estaba súper nervioso aunque si yo estaba nervioso, mi familia lo estaba 10 veces más y por lo tanto me ponían más nervioso aun. Empecé en la estación de autobuses de Málaga, a las 1 de la mañana, supuestamente iba a dormir en el autobús, pero ni en broma pude hacer algo y lo mismo en el cercanias para llegar al aeropuerto.

Nada más llegar al aeropuerto, me tenía que encontrar el primer voluntario que venía de Murcia, Juan, habíamos organizado el viaje un día antes del comienzo del proyecto para ver Sofía, la capital de Bulgaria. Mas o menos nos conseguimos organizarnos sin problemas ese día, solo decir que Bulgaria es súper barata sobre todo en el tema de comida. Ese mismo dia nuestra organizadora nos hecho una mano para reunirnos con unos pocos voluntarios que hicieron lo mismo que nosotros. Y al dia siguiente emprendimos el viaje para Veliki Preslav, donde en un micro bus, nos reunimos con otros voluntarios, sobre todo españoles.

Me impacto mucho cuando llegue a Preslav básicamente porque, entre la lluvia y las casas antiguas, aquello parecía Silent Hill, pero para nada el aspecto del pueblo tiene que ver con la amabilidad de la gente.

Nada mas empezar el proyecto, hice amigos, la agencia de allí se encargaba de hacer un montón de actividades durante una semana en las que no parábamos de hacer juegos de convivencia y donde aprendías a comunicarte con el resto de voluntarios sin necesidad de saber un inglés a nivel experto, después almorzábamos y cenábamos juntos básicamente estábamos todo el día juntos y así nos podíamos conocer. Y además normalmente se celebraban fiestas en el mismo restaurante donde almorzábamos y el dueño nos lo facilitaba todo para que estuviésemos perfectamente. Todo hay que decirlo que la gente en Bulgaria es tremendamente hospitalaria y están totalmente predispuestos a prestarte algo si lo necesitas.

A partir de la semana dos, que básicamente paso volando, comenzamos a trabajar, fue un trabajo totalmente ameno, además en Preslav, los trabajadores trabajan a un ritmo relativamente lento, pero totalmente constante, se dividían en grupos de 3 para excavar mientras uno cavaba, otro llevaba la tierra y otro descansaba, así durante todo el día. Y terminada la jornada de trabajo, algún día que otro teníamos actividades deportivas o por la noche alguna fiesta, que se organizaron una noche para cada país y, gente, la tortilla y la sangría vuela vayas donde vayas. Mientras, los fines de semana, aprovechábamos para salir de viaje, yo al final siempre terminaba haciendo los viajes con la gente de Asturias: Angelo, Dylian y Pablo. Y también nos uníamos a otros voluntarios para realizar los viajes.

Aprovechamos  el buen tiempo de los primeros fines de semana para ir a las ciudades que estaban más lejos; Veliko Ternovo, Burgas y Varna, pero a medida que iba pasando el tiempo iba empeorando bastante, aunque no fue malo para mí, porque solo había visto de nevar una vez, así que para mí fue genial ver de nevar otra vez. Además ese día de frio fuimos a ver el monumento al fundador del Estado Búlgaro en Shumen, vi algo que jamás había visto, un paisaje totalmente congelado, no era nieve sino hielo. Arboles, flores, plantas todo tenía una capa de hielo de 1 a 2 centímetros más o menos.

Ya poco mas puedo contar porque estuve unos escasos 45 dias, y aparte tuve que marcharme 4 días antes, imaginaos la pena que me dio tener que irme el primero y solo. Me quede con una de las mejores experiencias de mi vida que se la recomiendo a cualquiera, evidentemente da miedo al principio, pero básicamente ese miedo lo tenemos todos; lo único que tenéis que hacer es ignorarlo totalmente, porque no merece la pena perderse algo así, por algo que en 2 dias o menos se te va a ir.

Ante todo, MUCHAS GRACIAS A LA ORGANIZACIÓN a Pepa Peneva, a Petia Maude, por ayudarnos tantísimo; a todos los voluntarios a los cuales hecho de menos. Y gracias a también a la asociación Juvenil Intercambia por ayudarme a hacer esto.