RELOVED, HUNGRÍA

Os presentamos la experiencia de un grupo de Jóvenes que han participado en un INTERCAMBIO del programa ERASMUS+ en Alsótold, Hungría.

Érase una vez cinco jóvenes que gracias al azar del destino tomaron rumbo a Alsótold, un lindo paraje en mitad de Hungría.

Érase una vez cinco almas libres, sin expectativas que se disponían a disfrutar de diez días extraordinarios, al mismo tiempo que aprendían sobre cómo canalizar la vena creativa de cada uno reutilizando lo que normalmente suele ser basura.

Y así fue, al acabar todos sabían cómo sentir la creatividad dentro de sí, aprendieron a transformarla utilizando los desechos que vamos dejando a nuestro paso, pero lo más importante aprendieron eso y mucho más sobre las personas de una forma divertida y sin más reglas que pasarlo bien respetando el entorno.

Todos teníamos un poco de miedo ya que no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar en tan recóndito y desconocido lugar, pero desde el minuto uno de llegada conectamos rápidamente con aquel maravilloso paisaje y  con todos y cada uno de los participantes de los distintos países que participaban en el proyecto, Polonia, Italia, Rumanía, República Checa, Hungría y nuestra cercana Portugal, con la que formamos la “Mafia Ibérica”. Todo un placer levantarse cada mañana y realizar las fantásticas actividades que los monitores prepararon. Toda una experiencia llena de sorpresas, buenos amigos y experiencias inolvidables.

Respecto a las comidas debemos admitir que han estado muy bien ajustándose a todas las restricciones impuestas, sobre todo por el equipo español. Comidas variadas y con posibilidad de repetir hasta acabar lleno, además no hay que olvidar que el último día como detalle hubo pizza la cual nos sacó a todos una gran sonrisa. Sin embargo, como todo en esta vida hay un pero y esa sopa de tomate nos marcó de por vida y descubrimos cómo algo puede oler muy bien y no ser correspondido con el paladar.

Hollókö fue nuestro destino a pie uno de los días; y cambió nuestra manera de pensar en cada paso de dábamos. Una nueva experiencia con gente de diferentes países, nuevos paisajes nunca vistos y una vez en el pueblo visitamos un albergue con otros chavales de otro programa a los que enseñamos lo que hacíamos. Nos sentíamos que hacíamos algo bueno y que ayudábamos a la gente a concienciarse del reciclaje y de la utilidad que pueden tener objetos que pensamos que no la tienen a primera vista.

Otro día fuimos a la ciudad de Balassagyarmat, que hace frontera con Eslovaquia, y allí fuimos a una cárcel donde, al igual que en Hollókö, enseñamos nuestras experiencias con el reciclaje con los que se encontraban dentro. Antes de entrar a la cárcel daba un aspecto tenebroso y oscuro, cosa que a la mayoría nos asustaba en un principio, sin embargo, una vez dentro cuando nos encontramos con los presos con los que teníamos que tratar todo cambió. La idea de brutalidad y de rudeza que teníamos desde un principio que íbamos a encontrarnos se nos fue de la mente y se cambió por justo lo contrario. Eran personas amables, y aparentemente con un carácter dócil, independientemente del delito que hubiesen cometido.

Tanto en Hollókö como en Balassagyarmat pudimos apreciar el contacto humano, que fue realmente lo que nos llenó en esas excursiones. Pudimos compartir experiencias y buenos momentos con gente que en la vida diaria no podemos, aparte de enseñarles el sentido que tiene la naturaleza y de qué forma podemos cuidarla reciclando los productos que están ya usados.

   Por otra parte, érase una chica que quería trabajar como Youthworker y tuvo la gran oportunidad de participar en un proyecto en Hungría, de la mano de una organización que ya conocía y que se dedicaba a lo que a ella realmente le apasionaba: los jóvenes, la creatividad y el cuidado del medio ambiente. Fué una gran experiencia para mí, ejerciendo durante diez días (más los días previos al interambio juvenil para la preparación del mismo) como team leader del equipo español, apoyando y ayudando a los participantes españoles; como team leader del proyecto, organizando e impartiendo talleres; y como homegroup leader, apoyando y audando a los participantes en el intercambio juvenil. Durante este proyecto pude poner en práctica mis conocimientos para el trabajo con jóvenes y fué una experiencia muy enriquecedora. El resultado de este intercambio juvenil fué un proyecto muy exitoso, tanto para los participantes del mismo como para el equipo organizador, los cuales acabaron el proyecto muy contentos y satisfechos.

Y tu… ¿Cuándo?

Si quieres saber más de esta y otras acciones del programa ERASMUS+ puedes visitarnos en el Área o escribirnos a info@intercambia.org.