¡Aquí tenéis la experiencia de Nazaret, Antonio y José sobre su participación en el curso de formación en Polonia! 🙂
YOUTH MANAGEMENT FOR YOUTH DEVELOPMENT ZAKOPANE, POLAND 29-06-16 / 09-07-16
Parece que fue ayer cuando recibimos la noticia de que habíamos sido seleccionados para participar en un Training Curse en Polonia por un período de diez días. Pero, ¿qué me decís de el primer día en el que tuvimos que vernos las caras en la reunión?…qué nervios…, y a la vez qué rápido pasó todo, quizás demasiado. Tres desconocidos que a partir de ese día dejarían de serlo y compartir algo más que la misma ciudad de residencia. Adentrarse en una aventura siempre da un poco de miedo, y más si es la primera vez…pero sin embargo, cuando tienes tantas ganas y das con las personas adecuadas todo es mucho más fácil de lo que parece ser. Es verdad que nuestro grupo ha sido de los más pequeños, pero para nosotros ha sido una ventaja, ya que la organización y la comunicación entre nosotros ha sido bastante buena desde el primer hasta el último día (aunque bueno, con Antonio hemos tenido algunas interferencias..ejem-ejem…-bueno, al menos no lo hemos perdido…(del todo)).
Volábamos a Polonia con muy poco espacio en las maletas, nervios, muchas ganas y muy poca vergüenza. Lo justo y necesario para plantarnos allí con toda nuestra cara. Pero ésta cambió cuando llegamos la primera noche, los únicos que faltaban por aparecer, y vimos a Marcin, nuestro trainer y sus 2 metros de estatura. ¡Qué grande Marcin ¿verdad?! Pero en todos los sentidos claro, y sino…que se lo digan a Nazaret.
Apenas cuatro horas separaba una punta de la otra de Europa y sin embargo parecía que nos habíamos teletransportado a otro mundo, un mundo de un idioma un tanto extraño, con la figura del Papa Juan Pablo II en todos lados y verde…muy verde. Sin contar con la primera vez que empezamos a encontrarnos con nuestros futuros compañeros, jugando al quién es quién… (los sondeos de Facebook fallaron un poco, la verdad). Algunos se presentaban, otros nos miraban y pasaban de largo…hasta que tras el intensivo de diez días nos convertimos en la familia que nosotros solos hemos formado.
Una familia que se ha formado gracias a las largas horas en la conference room, esas comidas tan maravillosas que el hotel nos tenía preparadas, las noches culturales, conversaciones esperando que el wifi nos llegara, jugando al futbolín, con las pequeñas fiestas que fueron cambiando cada noche de lugar y que tanto gustaban al resto de personas que estaban en el hotel.
No nos olvidaremos de esta aventura en la que aprendimos mucho sobre otras culturas, sobre cómo organizar proyectos y desarrollar nuestras ideas de forma dinámica y divertida y de la que nos llevamos grandes amigos.
Tampoco nos podremos olvidar del viaje a Morskie Oko con el que nos sorprendieron los trainers, ni del viaje que hicimos por Polonia por nuestra cuenta una vez terminado el TC.
Es por ello que este curso de formación ha sido tan bueno gracias a las personas que lo han hecho posible y especialmente por las personas con las que hemos estado más tiempo rodeados.
Nazaret Fernández Esteban, Antonio Palma Palomo y Jose Daniel Pérez Cabello