El estudio, a cargo del departamento de empleo, asuntos sociales e inclusión de la Comisión Europea, pone de manifiesto la relación entre el conocimiento de lenguas extranjeras y la empleabilidad en países de la UE.
Analiza cómo varía entre países, sectores económicos y puestos de trabajo y da recomendaciones sobre apoyo y diversificación del aprendizaje de lenguas y certificación y procedimientos de evaluación.
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