EXPERIENCIA EN BULGARIA

Nuestro Intercambio a Bulgaria comenzó el día 31 de marzo con una escala de una noche en Bucarest, donde pudimos disfrutar de la ciudad, sus monumentos, su comida y sobre todo donde comenzamos los españoles a conocernos entre nosotros un poco más.

Tras recorrer Bucarest, pusimos rumbo al verdadero viaje, el Intercambio en Bulgaria. A partir de ese día comenzaba una de las experiencias más bonita e inolvidable que hayamos tenido nunca.

Tras recorrer el camino de Bucarest a Lovech, donde vivimos toda una clase de aventuras en la carretera, entre ellas el casi arresto de nuestro compañero Pablo, llegamos por fin a nuestro ansiado destino.

Las primeras horas fueron curiosas. Fuimos el último país en llegar y para colmo cuando llegamos ya estaban todos los demás compañeros sentados y cenando. Fue una sensación extraña, entre curiosa y tímida por conocer a los demás países con los que íbamos a compartir los próximos diez días que iba a durar el intercambio. Los países participantes fueron Rumania, Bulgaria, Italia, Lituania y España con los que nos entendimos a la perfección desde el primer momento, conociendo su cultura, su comida, su música y sus costumbres gracias a las noches culturales que se celebraron durante el intercambio.

Poco a poco fuimos desarrollando un cariño especial por cada uno de ellos, lo que no sabíamos es que cuanto más cariño y confianza creáramos entre nosotros, más difícil se haría la despedida en el último día.

El idioma fue otro de los aspectos importantes de nuestro viaje. Aprendimos palabras de cada uno de los países, aunque algunas fueron bastante difíciles de pronunciar y de recordar, y sobre todo por medio del inglés, pudimos comunicarnos con los demás compañeros, aunque algunos se nos hacía difícil de entender.

Gracias a las actividades y juegos que se realizaron en el intercambio, desde el primer día ya conocíamos a más de la mitad de los participantes. Las actividades realizadas fomentaron que perdiéramos la timidez y esa barrera de idioma que todos traíamos de casa, además de que también ayudó a relacionarnos con todos los demás y salir de nuestra área de confort.

Otro punto clave del viaje fueron las noches en el bar y en la discoteca, donde acompañados con una cerveza en la mano, nos hicimos mejores amigos entre nosotros.

Con respecto a Lovech, el pueblo donde estuvimos, no sabemos muy bien cómo explicarlo, tenía un encanto especial difícil de olvidar. Hemos vivido millones de experiencias en sus rincones, plazas y bares; pero sobre todo, ha sido el grupo del intercambio, desde organizadores hasta participantes, los que lo hicieron especial, y los que también hicieron que cuando hablemos de Lovech o pensemos en él, lo hagamos con nostalgia y mucho cariño por los recuerdos.

Gracias a este intercambio cada uno de nosotros se ha llevado una experiencia única e inigualable, además de verdaderos amigos con los cuales hemos compartido millones de experiencias y aventuras en este Intercambio a Bulgaria.

Por último, decir que todos nosotros coincidimos en una cosa, el momento más emotivo y bonito que vivimos estando allí, fue la noche del día 9, donde la despedida fue conmovedora y excitante al ver como nuestros compañeros realmente nos iban a echar de menos y por supuesto, nosotros ellos.

Finalmente nos gustaría dar las gracias a AJ Intercambia por brindarnos esta increíble oportunidad. También mandarles un beso y un abrazo enorme a cada uno de los miembros que han hecho posible tantos recuerdos bonitos e inolvidables en este Intercambio.