EXPERIENCIA EN GAZIANTEP, TURQUÍA

A continuación podéis leer la experiencia de Lara en Turquía!

Tras un retraso en mi partida y muchas dudas por el emplazamiento de esta Asociación en una ciudad tan cercana a la frontera Siria y al lugar del atentado terrorista del pasado Julio, llego a Gaziantep la noche del 3 de septiembre.

Nada más llegar vienen a presentarse tantas personas que me hacen sentir bastante confusa y desorientada, pero tras unos días entendería que lo mejor de este SVS/EVS son las personas y la familia que se forma aquí con la convivencia de tantos voluntarios.

Mi llegada estuvo llena de despedidas, muchos voluntarios decían adiós y yo era la única que decía hola, pero todos estuvieron muy atentos y con muchas ganas de incluirme en sus planes de viaje para los fines de semana.

Con casi 20 voluntarios de diferentes países como Túnez, Kosovo, Italia, Bulgaria, Georgia, Armenia, Ucrania, Polonia y Jordania cada día era una inmersión cultural en la manera que cada uno de nosotros cocinábamos, desarrollábamos las actividades y nos relacionábamos.

Las actividades durante mi periodo de SVE han tenido menos relevancia en mi experiencia debido a que he asistido a un periodo de transición de la asociación local de  actividades de verano a actividades en la escuela primaria en las últimas semanas.

A pesar de ello he disfrutado mucho las actividades realizadas con los demás voluntarios con el objetivo de promover y dar a conocer la cultura española. Esto fue posible gracias a la visualización de la película “La Voz Dormida” donde se relata la España de la post-guerra enfocada en la historia de la cárcel de mujeres de Madrid. También me pareció buena idea cocinar en la noche cultural tortillas de patatas, gazpacho y beber cartojal para que se empaparan de la cocina española pero sobretodo de la cocina del Sur.

También debe una mención especial la primera vez que viajé haciendo autostop. Animada por mis compañeras ya expertas en la materia pusimos rumbo a Capadocia, a unos 500km de Gaziantep. Al ser un grupo de 5 chicas fue bastante difícil parar coches por lo que solo pudimos viajar en camiones. Viajar en camión supone una lentitud exagerada y una sensación de inseguridad casi palpable. Debido a esta lentitud tuvimos que parar en una ciudad a mitad de camino. De noche, sin ningún sitio donde dormir en una ciudad desconocida empecé a pensar que donde me había metido y que seriamente teníamos un problema. Pero fuimos a un restaurante donde había wifi y buscamos un coachsurfer y tuvimos la suerte de encontrar a uno que nos ofrecía el sillón, una cama y el suelo para pasar la noche, agradecidas aceptamos y al día siguiente pondríamos nuevamente rumbo a Capadocia.

Capadocia fue increíble, y nosotras supimos hacer de un sitio turístico un viaje inolvidable evitando aglomeraciones y andando por senderos sin gente para empaparnos de la naturaleza del lugar. Lo hicimos tan bien que nos perdimos “literalmente” durante dos horas.

Como siempre, cuando se vuelve de un viaje de fin de semana todos los voluntarios quieren saber todos los detalles del viaje y empaparse de las experiencias.

Durante las semanas que he participado en este SVE encontré dos momentos muy importantes en nuestra agenda mental; durante la semana muy focalizados en la realización de las actividades pero en cuanto se acercaba el finde se notaba la ansiedad en el ambiente con preguntas como ¿Dónde vamos a viajar este finde? ¿Ese sitio es seguro? ¿Se puede hacer en 2 días y medio?

Llegaba el viernes cogíamos nuestras mochilas, mirábamos los mapas y andábamos 40 minutos hasta la autovía, el punto de partida.

Durante los últimos días de mi SVE decidimos entre un grupo de voluntarios visitar el barrio sirio de Gaziantep y analizar nosotras mismas la situación. Llevamos ropa, zapatos y muchas ganas. Al llegar allí nos encontramos con letras árabes en los comercios lo que te da la sensación de estar en otro lugar diferente a Turquía. Nada más llegar a una de las calles muchos niños se nos acercan y empezamos a jugar con ellos, cantar canciones en conjunto, etc. Algunas madres se nos acercan para compartir su preocupación por el futuro de sus hijos ya que no pueden ir a la escuela. Al volver a la asociación se le plantea a esta la necesidad de ir a este barrio e impartir clases de inglés y algo de turco junto con el reparto de ropa  para suplir algunas necesidades y la asociación accede a introducirlo como proyecto en sus horarios.

Muchas han sido las experiencias compartidas y los sentimientos que nos han unido en este SVE a todos los voluntarios, pero el más fuerte ha sido y será el trágico momento cuando nos enteramos del atentado de Ankara donde casi 100 personas fueron asesinadas. Estando aquí he podido comprender un poco mejor la complicidad de la situación de Turquía en estos momentos gracias a los largos viajes en autoestop hablando con las personas que amablemente han compartido su vida y su punto de vista sobre la problemática que acontece en este país tan exótico y diverso.

Gracias a Asociación Intercambia y Gaziantep Egitim ve Genclik Dernet por hacer posible esta experiencia.