Os presentamos la experiencia de Maria que ha participado en un CES del programa ERASMUS+ en Hungría.
Mi experiencia como voluntaria en el Cuerpo Europeo de Solidaridad ha sido, en general, muy positiva. En primer lugar, encontré esta oportunidad porque una amiga me envió el enlace del Instagram de esta organización, Europaerestu, en la que se ofertaban plazas para un voluntariado de radio en Nyíregyháza (Hungría). Una amiga y yo decidimos solicitarlo
juntas y Europaerestu nos facilitó todas las herramientas e información que necesitábamos.
Más tarde, escribimos una carta de motivación, pasamos una entrevista y a las pocas semanas del proceso, nos habían aceptado.
El viaje a Nyíregyháza transcurrió sin contratiempos y el presidente de la radio nos vino a buscar para ayudarnos con las maletas y dejarnos en nuestro nuevo piso. El piso era espacioso, cada una tenía su propia habitación y poseía también espacios comunes. En la planta de arriba vivían más voluntarios de la misma organización.
Tuvimos una semana libre, para acostumbrarnos a la ciudad, y un par de semanas de adaptación en las que nos enseñaron cómo trabajar en la radio comunitaria, a través de grabaciones de prueba. En esas semanas, aprendimos a preparar el guion, grabar y editar los programas.
Conforme iban avanzando los meses, tuvimos la oportunidad de realizar actividades como eventos, clases de idiomas, team buildings, reuniones con otras personas extranjeras, etc.
En el centro en el que trabajábamos, teníamos la oportunidad de organizar los eventos que quisiéramos, todos ellos enfocados a la difusión de la cultura internacional con la población local.
También, por supuesto, contábamos con días libres, además de los fines de semana, para viajar.
Tuvimos la suerte de que Hungría se encuentra en el centro de Europa y es un lugar perfecto para visitar otros países, o simplemente explorar dentro del mismo. Aunque el húngaro como idioma es tremendamente difícil, y, dábamos clases, sólo conseguimos ser cordiales con la población local.
La carga de trabajo era manejable, por lo que poseíamos tiempo libre si nos administrábamos de manera efectiva. El horario era fijo, pero, de igual modo, era flexible, un aspecto que todos apreciamos en su momento.
Mi parte favorita fue trabajar y relacionarme con personas de distintos países, ya que me abrió la mente con respecto a diferentes culturas y formas de pensar y me enriqueció como persona. Siento que mi crecimiento más significativo se ha producido a nivel personal.
aunque también pienso que he crecido profesionalmente. Sin embargo, me siento más segura de mí misma, trabajo mejor en equipo, tiendo a ser más empática y valoro más las oportunidades debido a esta experiencia. Por tanto, lo recomiendo sin lugar a dudas.
Y tú… ¿Cuándo?
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