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EXPERIENCIA EN HUNGRIA !

Os acercamos la experiencia de un grupo Malageño en Vásárosnamény Hungría ¿Y tu…? Cuando?hungria12

Hungría, ¿qué sabíamos de ese país? ¿Budapest, Gulash? No teníamos ni idea de cuanta riqueza se escondía detrás. Nuestro viaje comenzó siendo una odisea propia de la Ilíada; 24 horas viajando en bus, metro, avión, bus, tren, tren y más tren. Nada más llegar a Budapest nos dimos cuenta de que era una ciudad especial, a pesar de lo fantasmagórica que era su estación de tren. A las 3 de la mañana, luego de comer nuestra primera comida en tierras húngaras, emprendimos el viaje hacia Vásárosnamény.Tras una previa maratón de madrugada maletas arriba para no perder un cambio de tren, y tras ver el amanecer entre campos de girasoles y maizales, llegamos a nuestro destino.

Allí nos recibió uno de los coordinadores; a falta de saber como se escribe su nombre, lo dejaremos en Peachtea. Él nos llevó al hostal. Tras descansar un poco, comenzamos nuestra rutina. Y cuando hablamos de rutina nos referimos, sobretodo, a la comida estrella: sopa y pollo empanado con arroz. Y así fue nuestro día a día, rodeados de arañas, campos verdes y mezclas entre sol y nubes. hungria1Actividades al aire libre, o en el pub, hablando de crisis, trabajos, dinero, bancos, soluciones. Allí aprendimos humanidad, compañerismo, cultura y vimos de ciertas personas lo que es ayudar por mera caridad; dedicar tu vida a ello. Fueron días azules y felices. Quizás los únicos momentos de apatía fueron cuando nos daban charlas con traducción bilateral, o cuando nos intentaron captar en una secta, pero eso ya es otra historia. Conocímos muchos pueblos cercanos de la comarca y como subsistían a pesar de la crisis. Estuvimos en un balneario donde aprendimos cómo ignorar la crisis. También en un parque acuático que, por cierto, tenía sólo dos piscinas utilizables; con estoaprendimos a ver el efecto de la crisis sobre los presupuestos. Pero, ¿qué importaba la crisis en esos momentos? Eramos felices en ese pueblo, respirando aire libre y viviendo nuestro día a día con alegría y compañerismo. Las noches culturales fueron la guinda a todas las noches: muy entretenidas, didácticas y divertidas.

Supongo que aún todos los participantes del proyecto tenemos las muñecas llenas de pulseras de todos los países. Y los días se fueron volando tan rápido que se nos OLYMPUS DIGITAL CAMERAesfumó de las manos sin darnos cuenta, hasta llegar a la última noche. Entonces a alguna iluminada se le ocurrió la idea de disfrazarnos de algo típico español; enseñar la cultura andaluza por excelencia: canis. Y así fue la guinda del pastel de nuestra historia en Vásárosnamény. Luego emprendimos nuestro viaje de vuelta, previa parada en Budapest: una ciudad preciosa y cargada de magia, sobretodo de noche, cuando llueve. Y tras otra larga noche de autobus, llegamos a nuestro fin, donde habíamos empezado. Nos bajamos exactamente donde subimos, o quizás no. Quizás se torció el camino, y no somos los mismos desde entonces. El caso es que siempre nos quedará la amistad, los recuerdos y, sobretodo, lo que compartimos.

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