EXPERIENCIA EN ITALIA

Nuestra llegada a Torre del Greco tras un día y medio intenso en Roma fue más bien odisíaca. Una vez allí, nos repartieron las habitaciones y nos dijeron que íbamos a estar con compañeros de otros países, y esto fue la primera, de algunas otras sorpresas del intercambio, aunque al final acabamos contentos.

En cuanto al programa en sí, fue mejorando conforme pasaron los días, ya que las actividades y la organización del tiempo fueron yendo a mejor. Sobre todo, se notó a partir de la segunda mitad, después de la “encuesta” que nos hicieron para tener feedback del programa hasta el momento. Se agradece que nos escucharan y cambiaran la dinámica del proyecto conforme a nuestras críticas. También ayudó ir poco a poco cogiendo confianza y conectando con la gente. Una de las labores más destacables, fue la realización de lo que ellos llamaron home group, en el que, colectivos de personas fueron asignados a cada una de las distintas personas encargadas de dirigir el intercambio de manera voluntaria, para así, tener la oportunidad de hablar abierta y honestamente de nuestras opiniones sobre las actividades realizadas, sin ningún tipo de miramiento. Sin duda la gente ha sido lo mejor, han hecho del programa una experiencia muy bonita.

Se podría decir que la comida del hotel fue lo peor. Cabe acentuar que tuvimos un par de salidas hacia una pizzería cercana para cenar, la cual nos hizo mucha ilusión, así como una de las noches que, tras un día largo, al acabar la actividad propuesta en una librería, nos dijeron que nos arreglásemos y que nos dispusiésemos a bajar a la cena todos juntos, ya que nos esperaba una gran sorpresa. Una vez reunidos en la puerta del comedor, nos fascinó la forma en la que las mesas estaban preparadas. En cada una de ellas había candelabros con velas que iluminaban el ambiente y junto a los platos, figuras de origami como detalle. Aunque la comida de todas maneras fuese igual de mala, por lo menos fue algo que cambió la atmósfera de simplemente ir a cenar.

Además, no nos pareció bien tener que dar 50 euros, sobre todo teniendo en cuenta que no nos llevaron apenas de excursión, y lo poco que hicimos fuera, fue insistiendo mucho y corriendo de nuestra cuenta. Por ejemplo, fuimos a Sorrento en el día libre que nos dejaron, pero pagándonoslo nosotros. A todos nos hubiese gustado, hacer gran parte de las actividades fuera del hotel, nos damos cuenta de que el tema del intercambio en sí, no trataba de ‘hacer turismo’, pero quizás de haber administrado el tiempo de otra manera podríamos haber tenido la oportunidad de hacer ambas cosas, ya que nos levantábamos temprano para empezar el día, y disponíamos de ratos libres en los que en realidad no hacíamos más que ir a dar un paseo o descansar en las habitaciones.

Para concluir, agradecemos a los coordinadores el haber realizado este intercambio con numerosos países y personas y la oportunidad de haber participado en este proyecto, junto con los diplomas que nos fueron otorgados, los cuales nos fueron concedidos como si fuese una graduación, la cual estuvo muy bien.