Os presentamos la experiencia de un grupo de jóvenes que han participado en un INTERCAMBIO del programa ERASMUS+ en ITALIA.
Fuimos un grupo de seis chicos y chicas de España, para la mayoría era el primer proyecto, el viaje comenzó con mucha ilusión, pero también con nervios.
Primero fuimos a Roma, donde pasamos dos días visitando la ciudad. Después de esos días cogimos el autobús rumbo a San Giorgio del Sannio para comenzar la verdadera experiencia Erasmus.
El lugar donde nos quedamos era un pueblo muy tranquilo, pero con varios negocios donde comprar lo que necesitábamos. Pero lo que más ganas teníamos de ver era donde dormíamos; un monasterio. Era imponente y lleno de imágenes religiosas (y un monje que todavía vive allí) pero resultó ser bastante acogedor y más parecido a un colegio. La primera noche nuestro grupo ya se hizo notar, bailando y hablando con todos.
El primer día ya fue bastante intenso, y tuvimos que ajustarnos por las diferencias culturales, como el horario de las comidas o comunicarnos en inglés. Ese día nos presentamos todos, e intentamos conocernos mejor, ya que éramos más de cincuenta participantes de diversas nacionalidades: rumana, ucraniana, turca, macedonia, polaca, italiana, portuguesa… Uno de los momentos más curiosos fue cuando Jesús decidió cambiar su nombre a “Pepe”, lo hizo ya que la “J” es complicada de pronunciar para muchas personas. A partir del segundo día, nos empezaron a hablar sobre los derechos humanos y las actividades del proyecto. Fueron muy interesantes, ya que estaban conectadas con el mundo del arte, música y danza, aprendimos sobre bailes tradicionales italianos, a tocar instrumentos de percusión y mucho más.
La comida estuvo muy bien, había para todos los gustos, lo más difícil era tener que ir tan temprano para poder coger tu parte. Pero la organización nos cuidó mucho, sí teníamos necesidades especiales o algún imprevisto.
Una de las experiencias más emocionantes fue participar en el Festival de los Globos de Fragneto Monforte, donde formamos parte de los espectáculos callejeros y pusimos en práctica todo lo que habíamos ensayado: los bailes, la música y nuestro arte.
Ver los globos flotando hacia el cielo fue algo verdaderamente mágico.
Sin duda, lo más especial de esta experiencia fue la conexión humana. Compartimos muchas noches culturales donde aprendimos sobre las costumbres de otros países y realizaron performances muy emocionantes. También hablamos sobre los momentos duros que atraviesan muchos compañeros debidos a las guerras en sus países, lo que nos unió mucho y nos hizo tener debates y pensar sobre el mundo en el que vivimos. El último día fue especialmente emotivo, ya que todos nos despedimos entre lágrimas y emprendimos el viaje de vuelta a Málaga, agotados, pero felices, con el corazón lleno de recuerdos y nuevas amistades.
Y tú… ¿Cuándo?
Si quieres recibir más información podemos fijar una cita a través del correo info@intercambia.org