Breaking News

EXPERIENCIA EN PALERMO

Experiencia en Palermo de Jorge, Alfonso, Estrella, Sara y Laura.

Palermo

Desde nuestro comienzo en Sevilla tuvimos una serie de problemas, con rotura de maleta incluida, pero solo una noche nos bastó para coger confianza e iniciar lo que pronto se convertiría en una bonita amistad.

La llegada a Palermo además fue un tanto caótica, nada más salir del autobús nos cayó una tromba de agua que apenas duró diez minutos, saliendo el sol al instante, desde primera hora pudimos experimentar lo cambiante que es el tiempo allí. Nuestra primera impresión no fue muy buena puesto que nos vimos dentro de un gran mercado, lleno de gente, algo que no esperábamos, pero al que pronto le cogimos un inmenso cariño y nos sentíamos como en casa en tan solo una semana. Fuimos de los primeros grupos en llegar, encontrándonos con el grupo Lituano que nos invitó a compartir esa tarde la final del baloncesto, puesto que jugábamos contra ellos. Tras nuestra victoria pudimos degustar por primera vez una de las deliciosas cenas que nos preparaban en Moltivolti, un lugar donde nos preparaban comidas sicilianas dignas de chuparse los dedos, todo un descubrimiento para nosotros. Esa noche un participante italiano nos enseñó la noche en Ballarò (nuestro barrio) junto con los lituanos. Esa noche empezaron a llegar otros grupos y establecimos una estrecha relación con los turcos, que además compartían habitación con Jorge y Alonso. Desde esa noche estábamos entusiasmados por conocer gente nueva, otras culturas, el esfuerzo por mantener una conversación en otro idioma, cosa que no cesó en ningún instante, la semana fue un continuo estímulo.

12039518_10153089200357093_6625889385412056610_n

La dinámica diaria eran actividades para conocernos mejor, empatía, discutir sobre distintos temas como los estereotipos, la diferencia cultural, la forma de pensar de cada uno, etc. Algunas actividades eran realmente divertidas, hemos hecho teatros, nos hemos disfrazado, hemos bailado e incluso hemos realizado un vídeo. Uno de los juegos más interesantes que hicimos fue el del amigo secreto, que consistía en que a cada uno le correspondía un amigo al que debía mandarle mensajes, darle algún regalo o mostrar interés por el pero siempre desde el anonimato, al final de la semana cada uno tenía que adivinar cuál era el suyo. Nos mantuvo toda la semana muy alerta. Una de las actividades más destacables fue la Noche Intercultural, donde cada país presentaba las cosas típicas de su cultura, hubo comida, bailes e incluso souvenirs. Nosotros bailamos una sevillana, hicimos un concurso para saber quién sabía más de España cuyo premio fue un recetario de tapas españolas, además llevamos jamón, aceitunas, queso, chorizo… También pudimos aprender bailes como el de los lituanos o los turcos, algunos con más coordinación que otros.

12038190_10207941824409880_2019850419124716739_n

Por las tardes fuimos conociendo la ciudad de Palermo, entre ellas su preciosa catedral y demás monumentos, las catacumbas, los deliciosos cannoli, una feria del helado, el puerto y un largo etc. Cada día descubramos sitios nuevos y conocíamos mejor a nuestros compañeros. Pudimos conocer bien la fiesta en Palermo, donde disfrutábamos de la música y diversión en Vucciria, lugar de encuentro de los jóvenes palermitanos.

12042938_130137790674421_8846086844732072562_n

Uno de los mejores días fue el que fuimos a Cefalú, un pueblo que estaba a una hora en tren de Palermo. Pasamos el día allí donde podíamos elegir entre ir a la playa o subir una montaña. Nosotros optamos por la segunda, “La Rocca”, donde al llegar a la cima te encontrabas con un hermoso castillo de vistas inmejorables del pueblo de Cefalú. Aunque el tiempo no acompañaba mucho, tras subir la montaña nos dirigimos a la playa y nos unimos al resto de compañeros.

Se nos hizo la semana muy corta, no nos queríamos despedir de todos los amigos que nos habíamos hecho, porque realmente podemos decir que tenemos amistades turcas, rumanas, lituana, tunecinas, egipcias, alemanas e italianas; y tampoco nos podíamos despedir de Palermo, un lugar donde habíamos aprendido a apreciar con sus motos por todas partes, su mercado, su comida, sus calles y su gente. Es un sentimiento indescriptible y totalmente recomendable, ha sido una inyección de motivación para aprender idiomas, visitar lugares y mejorar como persona. Solo podemos decir: GRAZIE MILLE.

IMG_20150928_102059

COMPARTIR

Deja una respuesta