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EXPERIENCIA EN POLONIA

Aquí tenéis la experiencia de un grupo de jóvenes que se fue a un intercambio juvenil Polonia! 🙂

El comienzo de nuestro proyecto se hizo muy ameno ya que nos pusimos de acuerdo rápidamente para elegir las fechas, el vuelo y los desplazamientos.

Nuestro primer destino: ¡Wroclaw! En esta pequeña ciudad, conocimos la gastronomía polaca y su ocio. El tiempo nos acompañaba (bueno, hacia terral) por lo que decidimos hacer turismo por el centro de la ciudad, el jardín japonés, en el Panorama, etc.

El tercer día pusimos rumbo a ¡Kraków! en un Polski Bus (sorprendentemente, tres horas de viaje solo costaba 3€). Ese mismo día hicimos un poco de turismo por el centro de la ciudad, vimos el castillo Wawel, la escultura del dragón escupiendo fuego y el famoso trompetero de la catedral. Al día siguiente decidimos visitar Auschwitz, una experiencia no muy agradable pero recomendable por la historia que alberga entre sus alambradas.

Al final del día nos dirigimos hacia el punto de encuentro, Wieliczka, donde nos esperaban los organizadores y el resto de los integrantes del proyecto. Nosotros fuimos los primeros en llegar al Motel y esto nos ayudó a coger más confianza con Beata (una de las organizadoras del proyecto). Por la noche, llegaron el resto de participantes y nos conocimos cocinando salchichas alrededor de una hoguera. Las primeras impresiones fueron muy buenas, la gente parecía bastante simpática, y así lo fue.

Al día siguiente, para conocernos un poco más, realizamos una excursión a las minas de sal de Wieliczka y comimos pizza en la plaza del pueblo. Por la tarde pusimos rumbo a Poronin (una pequeña aldea perteneciente a Zakopane). Cuando llegamos a la villa en la que nos hospedábamos, nos quedamos sorprendidos de la belleza de aquellos parajes naturales. Los primeros días, tuvimos mala suerte porque llovió sin parar, pero finalmente salió el sol y pudimos disfrutar de la naturaleza que nos rodeaba.

En el proyecto nuestra rutina era la siguiente: Todos los días, practicábamos yoga a las 9.15 de la mañana, recargábamos las pilas con un gran desayuno y un energizer (hemos descubierto un montón de juegos nuevos de diferentes países) antes de empezar los talleres. Todos los días realizamos diferentes talleres en el que cada uno aportaba sus conocimientos y experiencias personales sobre las drogas de diseño, todo esto apoyado por una psicóloga experta en el tema.

El único problema que encontramos era la hora de la cena, CENÁBAMOS A LAS 18.30h (ERA DEMASIADO TEMPRANO, ERA NUESTRA HORA DE LA MERIENDA). Los primeros días fueron un poco complicados pero luego nos acabamos acostumbrando ya que más tarde realizábamos noches culturales en las que cada país exponía su cultura, su ocio, y por supuesto, su comida.

Como os podéis imaginar, la noche española fue la mejor , llevamos queso, salchichón, chorizo, guacamole, jamón serrano, cartojal y vino dulce de Málaga. También cocinamos dos tortillas de patatas, un gazpacho y no dejaron “ni mijita”. Todos quedaron prendados de nuestra ciudad y nuestra cultura.

La mayoría de las tardes las dedicábamos a realizar algunos carteles para el flashmob en Zakopane el último día. Además, un periódico local se hizo eco de la noticia y salimos en la portada.

Por último, queremos recomendar esta experiencia a todos los jóvenes que estén interesados en conocer otras culturas, ampliar sus conocimientos sobre algún tema en concreto, y sobre todo, abrir sus mentes a una sociedad multicultural.

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