Os presentamos la experiencia de los jóvenes que han participado en un INTERCAMBIO del programa Erasmus+ en en RUMANÍA.
Puede que no comenzásemos demasiado bien, puesto que la primera noche “dormimos” en el aeropuerto, aunque para ser sinceros, tan solo durmió uno de nosotros, pero a pesar de lo agotados que estábamos al día siguiente nos encantó la ciudad.
Nada más llegar tomamos un autobús que nos llevó al centro, desde el que fuimos directos al hostal en el que pasaríamos los siguientes días, y, aunque en un principio todos deseábamos descansar, acabamos saliendo a explorar cada rincón de Iaᶊi, y a nuestro regreso al hostal conocimos al resto de personas que formarían parte de la experiencia.
Hicimos muchas actividades de todo tipo, desde tiro con arco hasta construir tu propio circuito de luces, o incluso salir una noche con un frío que pela para poder contemplar las estrellas desde otro punto del mundo, fue algo mágico.
Una de las mejores actividades fue la noche internacional, en la que pudimos presentar cada país sus costumbres, sus tradiciones y sus peculiaridades. Fue realmente muy divertido, ya que les enseñamos un poco a bailar sevillanas al igual que nos enseñaron, por ejemplo, una canción típica de Rumanía.
En esta experiencia pudimos, además, apreciar la comida típica rumana. En un principio nuestro paladar no estaba acostumbrado a esta peculiar forma de cocinar, debido a la alta cantidad de verduras que usaban. Unos de los platos que más nos servían eran la ensalada de repollo y sopas de verduras variadas. Sin embargo, nos permitió entender mucho mejor sus tradiciones.
Los días en Iasi han sido unos días cargados de experiencias, anécdotas, actividades y buenos amigos. Conseguimos conocer un poco mejor las tres culturas restantes que vinieron al intercambio, así como también nos hicimos todos muy buenos amigos.