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EXPERIENCIA EN TURQUÍA

Os presentamos la experiencia de los jóvenes que han participado en un INTERCAMBIO del programa Erasmus+ en TURQUÍA.

Para este proyecto fuimos 8 españoles, de distintas localidades y diferentes personalidades. Pero en un viaje estos aspectos se unen para hacer de él un grupo bueno y para poder disfrutar juntos. Nuestra aventura comenzó yendo 3 días antes a Estambul, con las maletas mojadas, debido a que tuvimos problemas con la compañía aérea, para descubrir un poco la ciudad y conocer la cultura. Estos tres días fueron fantásticos, hicimos un free tour por el casco antiguo y nos volvimos locos con las compras en el ‘Gran bazar’. Tras esta pequeña aventura comenzó nuestra semana en Tarsus donde conocimos a un grupo de personas maravillosas. La primera toma de contacto fue en una cafetería al lado del aeropuerto, mientras esperábamos a otros compañeros. Las primeras sensaciones fueron muy buenas, la comunicación nos resultó bastante sencilla ya que a pesar de tener diferentes niveles de inglés podíamos contar con la ayuda de los turcos que pusieron a nuestra disposición diferentes personas para ayudarnos con el idioma.

Nuestra residencia era un hotel que cumplía todas nuestras expectativas. Nos agruparon en habitaciones con personas de nuestro mismo sexo, pero de diferentes nacionalidades, para darnos la oportunidad para conocer distintas culturas y mejorar nuestro nivel de inglés. Esa misma noche, hicimos una cena de bienvenida, donde los organizadores del proyecto prepararon una deliciosa tarta.

Al día siguiente empezaba nuestra rutina, por las mañanas teníamos actividades organizadas por nosotros y por nuestros compañeros, cada día un país distinto era el mediador. Por las tardes, solíamos visitar diferentes zonas de la ciudad, incluidos algunos proyectos que se realizaban en la ciudad, como colegios, guarderías, etc. Allí tuvimos la oportunidad de disfrutar con ellos bailando y teniendo contacto con las personas residentes en Tarsus. Gracias a estos encuentros, pudimos conocer en mayor profundidad a la población turca.

Quizá la única pega que nos supuso la rutina de la semana era el horario con las comidas. Acostumbrados a tener más tiempo entre una y otra, nos sentíamos todo el tiempo llenos.

Agradecemos profundamente la calidad humana y la atención de los organizadores, haciéndonos sentir parte de su cultura y estilo de vida gracias a su enorme hospitalidad.

Ha sido una maravillosa experiencia en la que hemos conocido a personas fantásticas y hemos descubierto que hay muchas más cosas que nos unen.

 

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