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EXPERIENCIA INTERCAMBIO EN BÉLGICA

Os presentamos la experiencia de un grupo de jóvenes que han participado en un INTERCAMBIO del programa ERASMUS+ en BÉLGICA.

¡La experiencia ha sido maravillosa! Nos vimos por primera vez en el aeropuerto. Era muy temprano y teníamos un poco de sueño y mucha ilusión. Ahí empezó el compañerismo, que nos ha acompañado durante toda la experiencia. Después de un vuelo de unas 3 horas, ¡llegamos a Charlerois! Como nuestro líder, Javier, ya había estado, sin titubeos pusimos rumbo a Bruselas. Al llegar a la ciudad, conocimos a los primeros compañeros, procedentes de Grecia.

Siguiendo su recomendación, recargamos las pilas con unas típicas patatas fritas belgas y, entre pesados abrigos y maletas, nos dispusimos a conocer algunas de las partes más populares de la ciudad. Al caer la noche, partimos hacia nuestro destino: Lommel.
Cuando llegamos al alojamiento, los organizadores nos estaban esperando con los brazos abiertos. Nos facilitaron todo lo que íbamos a necesitar para pasar allí la semana y nos mostraron el lugar que… ¡estaba lleno de magia! Era un albergue destinado a este tipo de actividades, con una sala de juegos, un salón de actividades, muchas habitaciones y un confortable comedor. El emplazamiento es un antiguo cementerio militar alemán de la segunda guerra mundial. Era tan grande que, si te situabas en el centro, no dejabas de ver pequeñas cruces de piedra.

La semana pasó muy rápido. Las actividades eran muy participativas, algunas basadas en divertidos juegos, otras nos permitieron conocer la realidad de los diferentes países, alguna realmente triste: la situación en Turquía está haciendo que
jóvenes de nuestra edad tengan que emigrar para encontrar un salario digno, mientras que en Rumanía aún hay centros escolares que ni siquiera poseen aseos en su interior. Cada día que pasaba íbamos estrechando lazos con los compañeros, abriéndonos más y ganando confianza. Por la noche, solíamos reunirnos para pasar
más tiempo juntos y conocernos mejor. El comedor era otro punto de reunión en el que teníamos largas sobremesas con intensas conversaciones, además de disfrutar de los exquisitos menús preparados por la cocinera.

Una vez finalizada la semana, tuvimos la suerte de poder tener un par de días para visitar el país todo el equipo español. Conocimos las alucinantes calles de Brujas y Gante, perfecto escenario para un cuento de misterio. El último día ya algunos compañeros habían partido; el resto recorrimos los rincones de Bruselas durante el
día hasta esperar nuestro vuelo… ¡y qué espera! Dos horas y media de retraso. Agradecer a la organización por su trato tan cercano y por hacernos sentir como en casa. Y tú… ¿Cuándo? 


Si quieres recibir más información podemos fijar una cita a través del correo info@intercambia.org

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