Os presentamos la experiencia de un grupo de Jóvenes que han participado en un INTERCAMBIO del programa ERASMUS+ en Palermo, Italia.
Empezaremos diciendo que los días previos al intercambio todas teníamos un poco de miedo, o quizás nervios y curiosidad por saber qué sería lo que encontraríamos en Palermo. No nos conocíamos, no éramos amigas e íbamos a convivir durante unos 10 días juntas con más personas de otros países, concretamente de Italia, Rumanía y Croacia.
Una vez que llegamos allí, nos gustaría señalar la hospitalidad del país de acogida, Italia. Por problemas de horarios y precios con los aviones, tuvimos que viajar un par de días antes de que empezara el proyecto y los participantes italianos hicieron todo lo posible para buscarnos un alojamiento durante esos dos días. Así, en esos días nos enseñaron la ciudad, los monumentos, las comidas típicas de allí, etc. Conocimos a mucha gente, hicimos amigos/as y no tuvimos problemas para adaptarnos a las distintas situaciones ni para comunicarnos, ya fuera en inglés o italiano, lo importante era entenderse.
Pasados estos dos días, nos dirigimos hacia un pueblo de Palermo, Collesano, que sería el lugar donde nos alojaríamos durante el proyecto. Se trataba de un monasterio con más de 400 años de antigüedad, nos encantó. Había muchas habitaciones, baños, patios y una cocina con comida y bebida a nuestra total disponibilidad. Es así, como esa misma noche llegaron el resto de participantes de Rumanía y Croacia y pudimos conocerlos, utilizando el inglés, el español o el italiano, cada uno tenía sus truquitos para entender al otro. Además, si no entendíamos algo siempre intentábamos ayudarnos entre nosotros.
De esta forma, comenzó el proyecto que duró 8 días. El primer día tuvieron lugar las presentaciones tanto de los países y las asociaciones como de los propios participantes e hicimos juegos para poder aprendernos los nombres y conocernos un poco más. El resto de días consistieron en juegos cooperativos, actividades por el pueblo y con su gente, charlas a cargo de profesionales, cenas culturales, visitas a distintos lugares de interés y pueblos, etc. A continuación y como ejemplo, mencionaremos varias actividades de las que hicimos.
Cenas culturales. Durante cuatro noches cada país preparó comida y bebida típica del mismo, así como música, bailes, etc. Concretamente, nosotras (España) preparamos de cenar tortilla de patatas, huevos rellenos, paella, pipirrana, gambas al pil-pil, tapas y sangría. Además, pusimos música típica, como sevillanas, e hicimos una especie de trivial con preguntas acerca de la cultura, la política, la música, los monumentos, etc. de España; dividimos a los participantes por grupos y el grupo ganador obtuvo un premio. En nuestra opinión, estas cenas fueron muy divertidas y todos adquirimos un montón de conocimientos.
Búsqueda del tesoro en Collesano. Nos dividimos en grupos y tuvimos que ir preguntando y hablando con la gente del pueblo para contestar a una serie de preguntas, también tuvimos que superar una serie de pruebas como conseguir que alguien del pueblo bailara con nosotros, hacernos una foto con una persona anciana, etc.
Juegos cooperativos. Durante el día realizamos juegos donde todos necesitábamos la ayuda del otro para poder conseguir el objetivo. Quizás, uno de los más destacados tuvo lugar cuando llegó la hora de la comida, tuvimos que preparar la misma en grupos, con un pequeño detalle y es que cada grupo se encontraba unido por una cuerda atada a la mano. Finalmente, salió todo muy bien, muy rico.
Visita a Cefalú y Collesano. En dos días distintos vimos los monumentos, playas y sitios de interés de ambos pueblos. Los organizadores nos guiaron y explicaron un poco de la historia de los diversos lugares.
Esto es simplemente un breve resumen de lo que hicimos durante del proyecto, pues no cabe mencionar aquí todo lo que hicimos y aprendimos durante los ocho días. Por lo que todo esto es sólo una mínima parte del intercambio, posiblemente lo más importante han sido todas las conversaciones entre nosotros, los participantes, todo lo que aprendimos unos de los otros, tanto idiomas como cultura y un largo etcétera que es imposible redactar. Nos llevamos a grandísimas personas con las que hemos convivido durante varios días y de las cuales no fue fácil despedirse. No obstante, hemos hecho amigos/as de verdad y esperamos vernos pronto en cualquier lugar.
Para nosotras, ha sido una experiencia inolvidable que no dudaríamos en repetir y recomendamos a los/as jóvenes que participen en este tipo de proyectos, porque verdaderamente merecen la pena.
Y tu… ¿Cuándo?
Si quieres saber más de esta y otras acciones del programa ERASMUS+ puedes visitarnos en el Área o escribirnos a info@intercambia.org.