
Os presentamos la experiencia de un grupo de jóvenes que han participado en un INTERCAMBIO del programa ERASMUS+ en LETONIA.
Partimos desde Málaga sin conocernos de nada, en busca de nuevas aventuras y sobre todo enriquecernos tanto de arte, que era de lo que trataba nuestro proyecto como conocer nuevas culturas y reunirnos con personas de otras nacionalidades. Nuestro destino era Riga, a la que llegamos 3 días antes de comenzar el proyecto
para conocer un poco la ciudad. Sin duda para nuestra sorpresa fue una ciudad muy bonita y con una cultura muy diferente a la nuestra. Cuando llegamos al proyecto, lo que vimos fue una casita en un campo, rodeada de
naturaleza en la que íbamos a pasar una semana compartiendo tanto aventuras como aprendiendo cosas, un sitio ideal, ¿no crees? El primer día fue un poco de presentaciones para conocernos todos.

Hicimos actividades llamadas Icebreakers que consistían en pequeños juegos para conocernos mejor. Y también nos explicaron de qué trataba el mundo del Erasmus+ y cuales son los objetivos.
En el segundo día aprendimos la técnica llamada stencil, esta técnica trata de cortar con un cutex los diseños elegidos por cada uno y una vez ya tuvimos los diseños los utilizamos para hacer un tipo de tatuaje con purpurina en la parte del cuerpo donde queríamos. El tercer día seguimos con el mismo objetivo de aprender nuevas técnicas de impresión, no sin antes desayunar y realizar ejercicios energéticos para empezar bien las actividades, una vez ya hechos los ejercicios energéticos empezamos con la nueva técnica de impresión. La segunda técnica creativa que aprendimos fué el linograbado o linóleo. En una plancha de linóleo se diseña el dibujo y con unas gubias se va carvando la plancha hasta conseguir el dibujo deseado y después se estampa con tinta en papel o en la materialidad que elijas.

La tercera técnica, trabajamos la serigrafía, hicimos el proceso completo, desde construir las planchas, realizar los diseños en planchas de acetato, insolar las pantallas y estampar en totebags con tinta. Siempre tuvimos mucha libertad para expresarnos como queríamos, además de que los monitores en todo momento se preocupaban por nuestras emociones y por si a lo largo del día habíamos aprendido algo. A la vez que realizamos las técnicas creativas, diseñamos workshops para trabajar con jóvenes. llevamos a cabo entre todos un workshop de las tres técnicas en un
centro de jóvenes de un pueblo cercano a donde nos alojábamos.
Fué una experiencia muy gratificante poder poner en práctica lo aprendido con otros colectivos y enfrentarnos a una experiencia real. En cuanto a la comida, sin duda era una de las mejores que hemos tenido, todo
estaba muy sano.

El último día ya nos teníamos que marchar y habíamos creado unos lazos tan fuertes que fue bastante emocionante. Si me preguntasen por algo malo de la experiencia sin duda no tendría ninguna respuesta, así que si estáis en duda si realizar proyectos así por miedo a viajar solos, nosotros os animamos a dejar esos miedos atrás y coger tu mochila y
marcharte. Y tú… ¿Cuándo?
Si quieres recibir más información podemos fijar una cita a través del correo info@intercambia.org