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EXPERIENCIA INTERCAMBIO EN RUMANÍA

Os presentamos la experiencia de un grupo de jóvenes que han participado en un INTERCAMBIO del programa ERASMUS+ en Rumanía.

Creo que si nos hubieran dicho a los 5 miembros del grupo español las circunstancias en las que nos íbamos a conocer, y todo lo que nos iba a dar un pueblo de 4 mil habitantes en medio de Rumanía, ninguno nos lo hubiéramos creído. Pero toda expectativa fue superada por la realidad.

Participamos 7 países distintos: España, Rumanía, Italia, Serbia, Grecia, Bulgaria y Croacia; desde que el día empezaba por decirle a cada uno de los participantes con los que nos cruzáramos “buenos días” en su propio idioma, hasta las noches de fiesta intercultural, no parábamos de aprender de los demás y del proyecto. Al estar
tan apartados de ciudades grandes, e entretenimiento y el aprendizaje adquieren una intensidad distinta, por eso fue tan fácil convertirnos en una familia de verdad y experimentamos una convivencia que poco a poco nos dejaba cada vez más
anécdotas con amistades internacionales, que ahora sabemos que estarán en nuestros corazones para siempre.
El hecho de estar en plena naturaleza creo que nos daba una paz y un ritmo distinto al que estamos acostumbrados, y por eso los talleres que nos hicieron para hablarnos de la Unión Europea, los proyectos Erasmus+ y las “soft skills”, que fue el tema principal de este intercambio juvenil, se interiorizaban mucho mejor que en aulas donde estamos sentados sin la capacidad de participar activamente como lo hacíamos en Rumanía.

Aparentemente, algo tan ameno y divertido no suele ir ligado a un aprendizaje tan intenso. Lo mejor de todo es que entramos a esta experiencia sin saber que íbamos a salir habiendo subido tantos peldaños en nuestra madurez, y con una riqueza para nuestros mundos interiores. Fue un sistema de retroalimentación a cada rato; creo que la palabra que mejor lo define es mágico. Gracias a toda la pasión y cultura de los “trainers” y demás personas que trabajan para hacer esto posible, aprendimos que las habilidades blandas quizá no son tan blandas.

Fue muy divertido tener un día libre para reponer fuerzas tras unos días de talleres, en el cual el equipo nos llevó de turismo a Brasov y al castillo de Bran, o como es popularmente conocido, el castillo del conde Drácula. Y sí, fue una experiencia muy completa en muchos niveles, no solo aprendimos en la hora de las actividades.
Destacaríamos los energizers, esos juegos tan divertidos que hacemos antes de las actividades para “entrar en calor” y focalizados en reforzar el grupo, que nos hacen unirnos y romper el hielo sin apenas darnos cuenta. Para los miembros del grupo español para los que era el primer proyecto, uno de los compañeros que ha tenido la oportunidad de participar en otros Erasmus+ anteriormente, decía que el primer proyecto nunca se olvida.

Conforme pasaba el tiempo desde que acabó nuestra estancia en Rumanía, más consciente éramos de lo profundo que nos había llegado todo el aprendizaje, ver como todos superábamos nuestros miedos por jugar en equipo, descubrir que lloraríamos la despedida de personas que viven a más de 3000 kilómetros y que nos han enseñado tantas cosas… definitivamente deja el deseo de que esto sea el principio de muchas otras futuras experiencias llenas de enriquecimiento académico, cultural y personal.

Y tú… ¿Cuándo? 

Para más información acerca del proyecto Skills Up To Date.
Si quieres recibir más información podemos fijar una cita a través del correo info
@intercambia

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