Os presentamos la experiencia de NOELIA Y SILVIA un grupo de jóvenes que han participado en un INTERCAMBIO del programa ERASMUS+ en BELGICA.
NOELIA: Nadie te dice que un viaje es capaz de hacerte cambiar como persona, o no cambiar, solo madurar. Esto es algo que yo no sabía hasta que viví la experiencia de irme de Erasmus a Bélgica. Al principio (cuando me eligieron como participante), estaba nerviosa porque estaba sola en esta experiencia, no conocía a ninguna chica de las que me acompañarían, y menos aún sabía algo sobre las chicas de Bélgica. El primer día que por fin pude conocer a mis compañeras de Erasmus, me sentí muy cómoda y me di cuenta de que nos haríamos muy amigas en ese viaje. Tuvimos varias reuniones y en la última, pudimos conocer un poco a las chicas de Bélgica, ya que nos mandaron un vídeo en el que enseñaban la residencia y el entorno (con algunas tomas extra que no entendimos muy bien, pero con las que nos echamos unas risas).
El 4 de Julio llegó el día tan esperado, estábamos todas super felices por comenzar esta experiencia, con ganas de ver cómo era Bélgica, su gente, su cultura y gastronomía, y lo más importante, cómo eran las que iban a ser nuestras compañeras durante esos días. Horas más tarde llegamos a nuestro destino, donde nos recibieron todos los belgas con un almuerzo y a continuación una merecida hora de la siesta. Ese día no hicimos mucho más que descansar, acomodarnos y conocernos un poco entre nosotras con algunos juegos que organizaron en la residencia y más tarde, en el parque del que nos enamoramos a primera vista.
Al día siguiente, fuimos a un LaserTag, lo que se convirtió en una de mis actividades favoritas del viaje. Este juego nos hizo unirnos más como grupo a las españolas y a su vez, nos ayudó a conectar mejor con las chicas Belgas, las cuales nos dieron una digna paliza en la última ronda, el esperado España vs Bélgica.
Si algo tengo que puntualizar es que el tiempo en Bélgica era muy irregular, a lo mejor al medio día hacía calor y había un sol increíble, pero por la tarde empezaba a llover como si no hubiera un mañana.
El tercer día fue uno de los mejores días, pasamos todo el día en Bruselas, una ciudad que yo tenía especialmente ganas de conocer por su buena fama. Visitamos algunos monumentos como el Atomium, en el que pudimos subirnos y apreciar las vistas desde arriba. Era todo tan bonito que parecía irreal. También pudimos visitar el Manneken Pis, el cual causó mucha risa entre nosotras, ya que nos lo esperábamos como algo espectacular, y terminó siendo muy pequeño, como si fuera un muñeco, y ese día lo habían disfrazado de rapero, pero aún así, no nos defraudó para nada. Esto era lo que faltaba para que empezáramos a bromear durante el resto del día.
El cuarto día fue un poco caos, ya que tuvimos algunos imprevistos con los planes, pero aún así lo recuerdo con mucho cariño, ya que había muy buen ambiente entre nosotras, y nos lo pasábamos genial con cualquier plan. Pasamos el día en la residencia; por la mañana, disfrutando de un brunch, y por la noche, de la barbacoa que nos prepararon junto con nuestra cena española, (con tortilla, jamón, aceitunas, piquitos, y todo lo español que puedas imaginarte). Después, nos llevaron a un festival que les hacía mucha ilusión visitar, por lo que a nosotras también, pero ahí vino el problema, y era el mal tiempo belga, que hizo que tuviéramos que volver a la residencia casi remando por la que caía.
El quinto día visitamos Brujas, una ciudad alucinante para lo poco que se habla de ella. Tuvimos la suerte de visitar un museo del chocolate después de tanto insistir. Por supuesto, como buenas españolas que somos, no pudieron faltar nuestras costumbres, y nos llevamos chocolates para dar de comer a una familia entera, pues daban muestras gratis y nadie las vigilaba. A la hora de la cena (7pm más o menos para ellos, que aquí se convertiría en las 10pm) fuimos a una pizzería donde la idea era pedir muchas pizzas y compartirlas entre todos, de ese momento del día me llevo grandes recuerdos agridulces sobre la pizza con lechuga que pedí sin saber los ingredientes…
El último día fue un poco doloroso ya que nos tuvimos que despedir del sitio y de la gente con la que pasamos tantos buenos momentos, añadiéndole a esto que no sabíamos si volveríamos a ver a muchas de ellas. Para mí, viajar lo es todo, y si puedo hacerlo viviendo nuevas experiencias como esta, adentrándome en aventuras sin saber qué pasará, sin tener expectativas, ni conocer nadie; lo mejora muchísimo, ya que me llevo muchos más aprendizajes (como el de preguntar a todo el mundo si tienen ropa mojada antes de poner una secadora). Si me dijeran de repetir la experiencia me lanzaría de cabeza sin pensarlo y no cambiaría nada de lo sucedido, ya que siento que esta no sería la misma si fallara un solo elemento de ella.
SILVIA: Todo empezó un 4 de julio a las tres de la mañana, estaba muy nerviosa, era la primera vez que viajaba con personas que no conocía. Revisé muy bien todo de la maleta y fuimos para el aeropuerto, yo llegué la primera. A medida que iba pasando el tiempo llegaron todas, nos despedimos de nuestros padres, estaba muy contenta y a la vez muy nerviosa… Me acuerdo que hicimos un tik tok para después continuarlo en Brujas, y nada estuvimos esperando para subir al avión, recuerdo que hablamos mucho y así también nos íbamos conociendo más. Nos subimos al avión y algunas se quedaron dormidas y otras nos pusimos a jugar al UNO. Llegamos a Bruselas y me acuerdo que nos tuvieron que hacer una foto para una tarjeta del bus y salimos todas fatal, pero nos reímos mucho. Llegamos a Amberes después de tanto metro y bus, y lo que más me impresionó fue la vegetación, todo verde super bonito, luego la arquitectura preciosa, nos la pasamos haciendo fotos. Cuando llegamos al sitio donde íbamos a dormir, soltamos las maletas y conocimos a las chicas, estábamos con bastante vergüenza, no hablamos mucho, pero nos presentamos todas. Luego salimos a conocer la ciudad e hicimos un juego para conocernos más y estuvimos hablando con las chicas y así se rompe el hielo.
Una hora al día nos dedicamos a juntarnos y hablar de todo lo que habíamos hecho en el día, si nos gustaba, si estamos cómodas, si podíamos sugerir algo… Eso me parece muy buena idea porque si había algo que podíamos sugerir o si no estamos cómodas con algo se lo decíamos, pero nunca hizo falta. También decíamos cuál fue el mejor y peor momento del día y nos reíamos mucho.
Las actividades que hicimos me gustaron un montón, conocimos muchísimos sitios y monumentos famosos como el Atomium, pudimos entrar a verlo todo por dentro, también fuimos a un centro comercial donde nos enamoramos del ACTION, la mejor tienda de Bélgica. Además fuimos al zoológico, fuimos a Brujas es una ciudad super bonita, al museo del chocolate, fuimos a un festival familiar, vimos la capital (Bruselas)… La verdad que me lo pasé muy bien.
El tema de la comida también bien, probamos mucha comida de allí, yo soy una persona un poco especial con la comida pero la verdad es que comí muy bien, tú podías servirte la comida que querías, si querías un poco más o un poco menos. Teníamos un cocinero que la verdad muy bueno, por ejemplo para desayunar le sugerimos algunas cosas y al día siguiente nos lo ponía, un amor de persona.
En mi opinión es un viaje que deberíamos hacer todos alguna vez en nuestra vida, yo he tenido la suerte de poder hacerlo de adolescente y estoy muy agradecida. Conoces muchas personas y terminas haciendo amistad, luego cuando vuelves a tu país mantienes el contacto y es super guay, ya tienes un grupo de amigos. Se coge mucha confianza y aprendes mucho. Te sueltas más y aprendes idiomas. Al principio cuando te tienes que comunicar es un poco complicado pero al final te sueltas mucho y hablas mejor, aparte si había palabras que no te salen pues te ayudan y es más fácil poder comunicarte.
En lo personal ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, creces mucho a nivel personal, coges más confianza en ti mismo, se te quita la vergüenza, y que te lo pasas muy bien, conoces otro país, conoces nuevas personas, conoces la lengua… No puedo poner ninguna pega del viaje. Bueno si puedo poner una pega, se me hizo muy corto… Y tú… ¿Cuándo?
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