EXPERIENCIA SVE EN CRACOVIA

Os presentamos la experiencia de Ildefonso en Polonia!

 

Estoy aquí para contaros mi recta final de 10 meses como voluntario EVS en Cracovia. En concreto, mi rol ha sido el de asistente en un colegio bilingüe de primaria.

Pocos meses antes de terminar mi proyecto, disfruté de la formación de mitad de periodo en Torún, bonita ciudad estudiantil de la parte norte de Polonia con arquitectura llamativa y gran tradición en los “pierniki” o galletas de jengibre polacas. Durante esta semana, pude volver a compartir momentos con los compañeros que conocía de nuestra primera formación en Varsovia y ver cómo hemos cambiado, mejorado nuestro inglés o polaco y aprendido muchísimo en poco tiempo. Como punto final, pudimos un poco empezar a tomar las riendas de cuál queríamos que fuera nuestro futuro una vez termináramos con nuestros respectivos proyectos EVS, tanto si queremos estudiar, como trabajar, como seguir colaborando en actividades relacionadas con la juventud. Reconozco que en estos 10 meses el estar ajetreados y pasar un tiempo lleno de encuentros con distintas personas y eventos multiplica las opciones de aprender y conocerse a uno mismo, lo que ayuda a encarrilar nuestras vidas incluso si hemos estado un poco perdidos anteriormente en cuanto a qué camino seguir.

 

Si tuviera que resumir mi experiencia en unas pocas palabras, estas serían evolución, sorpresas y orgullo. Es así porque tras un más o menos largo periodo (corto a ojos de cualquiera de los que lo hemos vivido), hemos podido comprobar nuestro cambio a mejor. Hemos ganado en tolerancia, paciencia, en general hemos crecido como personas. Lo bonito de este proceso es que lo he realizado junto a fantásticos compañeros (profesores y asistentes) en el centro donde he colaborado y también junto a mis compañeros voluntarios. Cada uno hemos vivido la experiencia a nuestra manera, y en mi caso me he descubierto capaz de hacer cosas que no imaginaría antes (como bañarme en un lago en pleno mes de diciembre J con amigos deportistas u organizar actividades en eventos de decenas de personas).

 

Personalmente, mi EVS también me ha posibilitado desarrollar mi experiencia profesional y hasta encontrar oportunidades laborales después de terminar con mi proyecto. Ahora trabajo como profesor de español en dos escuelas distintas y he aprovechado también la ocasión para formarme en el centro Cervantes de Cracovia. Así puedo aprovechar unos meses más la diversidad cultural que Cracovia ofrece y los vínculos amistosos de gente que aún reside en Cracovia o son autóctonos de la zona. Todos estos motivos son más que suficientes para un enorme SÍ, para todos aquellos que estén considerando la opción de convertirse en EVS y poder vivir una experiencia similar a la mía. Hay que decir que lo mejor es que cada persona lo vive a su manera y aporta su personalidad y forma de trabajar en lo que cada uno hace.

Gracias a mis organizaciones de envío y coordinadores, EuropaEresTú y a Internationaler Bund Polska por la oportunidad que me han brindado, estaré siempre agradecido.