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SVE EN BULGARIA
Esta aventura comenzó un 7 de Agosto. Destino: Smolyan (Bulgaria). Sara, Inma, Marina, Nacho e Irene. Aunque luego fuimos cuatro, fuimos los seis locos que comenzamos esta aventura.
Los nervios, como siempre, a flor de piel! Muchas ganas de conocer a las nuevas compañeras y reencontrarme con los antiguos compañeros.
El viaje fue duro Málaga-Estambul en avión y Estambul-Bulgaria en bus. Y una carretera que no acompañaba demasiado. No se veía absolutamente nada por las ventanas, sentíamos que estábamos en el “culo” del mundo y totalmente desconectados de todo.
Finalmente llegamos a Smolyan sobre las cinco y media de la mañana. A dormir, por supuesto! Pero dos horas después el sol entraba por la ventana y la habitación se convirtió en una sauna improvisada. Muchas veces nos planteamos montar una empresa de persianas en Europa! Jejejejeje!
Bueno, la primera semana fue la más dura, no entendíamos nada de lo que estaba pasando. Problemas con la comida, el dinero, el proyecto en general… Nadie entendía nada y bueno esa situación de incertidumbre nos hizo dudar en varias ocasiones de si continuar esa aventura o abandonar. Pero decidimos continuar porque en una semana conseguimos formar una gran familia con el resto de voluntarios y ya sabéis, la unión hace la fuerza.
Después de pasar la primera semana, las cosas no se solucionaron, pero personalmente, ya no quería irme, porque encontré gente que merecía y que merece mucho la pena, así que pensé que aquello era una oportunidad que la vida me había dado de conocer a gente maravillosa y que tenía que aprovechar esos 2 meses al máximo, aunque las condiciones no fueran las mejores.
En cuanto al proyecto…Íbamos a colaborar en distintos centros con personas discapacitadas de la ciudad de Smolyan. Y bueno, ir a los centros, fuimos, pero lo que es hacer, hicimos más bien poco. Esa fue la gran decepción de todos. El centro que nos tocó a nosotras, era un gran centro, muy preparado y con muy buenas instalaciones. Con muchísimas cosas para hacer, pero no pasamos de pintar, hacer puzles, bailar…y poco más. Desde aquí tengo que decir, que no fue culpa de las monitoras de los centros. Toda la culpa fue de la organización. Las monitoras nos trataron como reinas en todos los centros.
Los fines de semana aprovechábamos para visitar otras ciudades de Bulgaria. Sofia, Plovdiv…Nosotras, hasta tuvimos la oportunidad de ir a Grecia. Aprovechábamos los fines de semana, para despejarnos y salir un poco de la monotonía de Smolyan. Una “ciudad” muy pequeña con pocas cosas que hacer.
Para acabar… decir que la organización de este proyecto fue de vergüenza, pero que a pesar de eso, estamos muy agradecidas, porque fue una de las mejores experiencias de nuestra vida. Porque es en las malas cuando realmente sabes, lo fuerte que puedes llegar a ser. ¡Gracias!
