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EXPERIENCIA VOLUNTARIADO EN MALAGA

El voluntariado en Málaga fue mi primer voluntariado, pero no será el último.

Antes de partir, tenía mucho miedo de participar en este proyecto y de no integrarme en el grupo de voluntarios. Sin embargo, mis preocupaciones se disiparon rápidamente cuando vi que convivía con otros voluntarios y que se organizaban actividades con todos los miembros del grupo para que nos conociéramos.

Las primeras actividades nos permitieron conocer a los demás y sus culturas. De hecho, el primer día nos presentemos gracias a diferentes tipos de juego, pero no fuimos realmente nosotros mismos. Para mí, lo que más me ayudó a revelarme fue organizar y participar en las actividades deportivas, especialmente en las de playa. Sólo tenía un conocimiento muy básico del voleibol y, aunque me encanta este deporte, me daba miedo jugarlo porque sabía que la mayoría de ellos eran jugadores. Sin embargo, descubrí que era todo lo contrario, los otros voluntarios que sabían jugar al voleibol hacían todo lo posible por integrar a los principiantes, eran geniales, siempre estaban disponibles para darnos consejos y animarnos a jugar con ellos. Esas actividades me gustaron muchísimo porque me permitieron descubrir ese deporte. De este modo, creo que todos hicimos enormes progresos y compartimos muchos momentos de risa y buen humor.
No todos hablaban inglés o español pero desde mi punto de vista, la barrera del idioma no representó un problema. Se podría pensar que sí, pero en mi opinión solo dio lugar a muchas risas y a compartir más con los otros porque nos ayudamos mutuamente a interactuar.

Luego, empezamos las actividades más difíciles, como la organización de los torneos de voleibol en Cártama. Las jornadas eran más largas y requerían más trabajo, pero teníamos la libertad de participar en los torneos (incluso los principiantes fueron bienvenidos) y descansar si lo necesitábamos.

En general, las actividades fueron muy variadas, algunas de ellas fueron bastantes exigentes como por ejemplo la organización del torneo en Cártama) mientras que otras nos permitieron descubrir y disfrutar de Málaga (actividades deportivas en la playa, día en el jardín botánico, día de visita de Málaga), del entorno y de nuevas personas (las actividades en la Universidad de Málaga, carrera del torcal). Para mí, fue un buen equilibrio entre el trabajo y el tiempo libre y me encantó todo lo que hicimos. Todo fue organizado por Pedro y Rocío, que se portaron de maravilla con todos los voluntarios. Estaban disponibles para cualquier problema que se presentara y eran comprensivos. Se tomaron el tiempo necesario para ocuparse de nuestro bienestar, ayudarnos y explicarnos perfectamente nuestras tareas.

Este proyecto fue una experiencia formidable que me permitió crecer y mejorar en muchas áreas. Gracias a este proyecto, no solo aprendí realmente a «jugar» al voleibol sino también mejoré mi inglés y mi español y aprendí mucho sobre el aspecto cultural. Para mí, el tiempo pasó demasiado rápido, me hubiera gustado quedarme más tiempo, pero sigo siendo optimista y estoy segura de que volveré a ver a mis compañeros. Recomiendo a todos de realizar tal experiencia.

Muchísimas gracias por todo!

 

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