EXPERIENCIA CURSO DE FORMACIÓN EN ITALIA

Os presentamos la experiencia de un grupo de jóvenes que han participado en un CURSO DE FORMACIÓN del programa ERASMUS+ en ITALIA.

Nuestro viaje a Capranica fue todo una aventura. Para ser honestos, ninguno de los tres teníamos muy claro qué actividades íbamos a realizar ni en qué tipo de lugar íbamos a estar. Al aterrizar, estuvimos un día visitando la ciudad de Roma y al siguiente, cogimos un tren para ir al pueblo a las afueras de la ciudad.

Cuando llegamos a la parada del pueblo, pensamos que nos equivocamos de estación ya que no había absolutamente nada a los alrededores y el tren estaba bloqueando nuestra visión de la estación y de los monitores que nos iban a recoger. Para nuestra sorpresa, fuimos de los últimos participantes en llegar y nos llevaron en
coche hasta nuestra casa temporal, donde pudimos conocer a los demás compañeros y donde cenamos antes de dar la bienvenida al proyecto. A la mañana siguiente, nos despertamos viendo lo preciosa que era la casa, una típica villa de campo italiana, rodeada de árboles y silencio. No había apenas cobertura por lo que los teléfonos no eran necesarios y fue un alivio poder
desconectar de la tecnología, las redes sociales y simplemente apreciar lo que vemos cada día.

Poco a poco fuimos integrándonos con los demás, haciendo nuevos amigos y realizando las actividades de los monitores. Teníamos en la pared un horario muy bien estructurado de todas las actividades que íbamos a realizar, las
horas de comida, las horas libres y los días que teníamos para visitar Roma o los pueblos de los alrededores. Para ser sinceros, estábamos muy perdidos al principio con las actividades ya que tenían una temática de desarrollo personal y meditación y no todos estábamos al mismo nivel de consciencia que otros.

Pero, poco a poco, todo fue teniendo cada vez más sentido, todo se ponía en su lugar y todo adquirió
un orden. Lo precioso de este proyecto fue que las actividades que realizamos nos permitieron
crear un espacio seguro, libre de críticas, libre de prejuicios. Pudimos abrirnos más a los demás, mostrar nuestro lado vulnerable, llorar, reír y, que todos nos estábamos apoyando unos a otros. Aprendimos herramientas para aplicar en nuestro día a día,
muchas de ellas relacionadas con la música, el arte y el teatro muy bien planificadas para poder realizarlas en colegios, talleres, con niños y adultos. Además, aprendimos a ver lo bonito que es lo cotidiano, desayunar juntos por la mañana, reírnos.

juntarnos después de las cenas y simplemente mantener conversaciones sobre temas que nos suelen afectar a los jóvenes de nuestra edad.
Nos quedamos también con la experiencia de haber conocido a personas con las que hemos conectado de sobremanera, tanto monitores como asistentes del proyecto. Hemos hecho amistades que por seguro perdurarán, hemos conocido distintas culturas y hemos conectado con otras partes del mundo, al mismo tiempo
que hemos llevado nuestro mundo a otros lugares. Y tú… ¿Cuándo? 

Si quieres recibir más información podemos fijar una cita a través del correo info@intercambia.org